Nacido hace 21 años en el barrio de El Clot de Barcelona, Guillem Carmona es cantautor autodidacta en sus ratos libres y estudiante de ADE cuando puede y libra de sus ratos. En una misma locución y con un mismo sujeto, música y ADE son ejemplo de polo opuesto, pero en realidad son un ejemplo mas de esa contradicción inmemorial que nos hace humanos. En su caso, de los cálculos y la racionalidad nacen las letras, y en la meticulosidad de la elección, la nota correcta, la combinación ideal.
Una buena razón para creernos que en él no hay hilo del que tirar ni madeja que hilvanar para encontrarnos con su primer verso. Dónde la mayoría presume de precocidad, de talento prenatal, a Guillem la vocación le llegó en el último año de la minoría de edad, cuando su racionalidad musical empezó a brotar.
Y así, de nota en nota y desde su debut en el Pub Limerick donde acompañaba a un trío de versiones pop, no ha parado de llenar con conciertos los blancos de su agenda semanal. Sin todavía haber cumplido los 18 empezó ya a tocar en el conocido bar de música en directo de la ciudad condal, Mediterráneo, y entró en el cerrado círculo de cantantes de bar en donde se hizo un hueco que le permitió tocar e interpretar también en Pipiolo, La Jarra y La Pipa, Racó 69...